Babasonicos

Babasonicos, una de las bandas de rock más importantes de la Argentina, se formó en Lanús. La idea embrionaria surgió en la Escuela Nº 8 Luis Piedrabuena, ubicada en Ramón Cabrero 1935, donde Adrián Dargelos y Diego “Panza” Castellano cursaron juntos los dos últimos años del secundario. También es de Lanús Diego “Uma” Rodríguez (hermano de Adrián) e, incluso, vivió algún tiempo con ellos Diego “Uma-T” Tuñón.

Adrián Rodríguez, cantante y principal compositor de las canciones de Babasonicos, nació el 3 de enero de 1969 y vivió su infancia en Monte Chingolo. Su pasión por la literatura, que explotó en la adolescencia, no sólo se refleja en las letras de las canciones de Babasonicos: su apellido artístico, “Dargelos” fue tomado de un personaje de la novela “Los niños terribles” de Jean Cocteau.

Luego de iniciar el camino en la música con sus bandas iniciales, los Babasonicos se encontraron en 1991, cuando Adrián reunió a su hermano Diego, “Panza” Castellano, a Gabriel “Gabo” Manelli, “Uma-T” Tuñón y a Mariano “Roger” Rodríguez.

La aparición de Babasónicos en el rock argentino pateó el avispero con una propuesta nueva: letras muchas veces oscuras en un envoltorio pop y una estética escénica cautivante.

La banda creció hasta alcanzar altos niveles de popularidad permanente y expandir su arte a otros países en recitales multitudinarios.

Babasonicos sufrió un durísimo golpe en 2008 cuando murió el bajista ”Gabo” Manelli.

Ese año se sumó al grupo (aunque ya venía participando desde antes) Carlos “Carca” Carcacha y en 2011 se incorporó Gustavo Tuta” Torres.

Entre 1992 y 2024 Babasonicos grabó 13 discos de estudio, tres DVD en vivo, otros seis álbumes con temas descartados en la grabación original y cuatro discos de canciones remixadas, además de recopilaciones y bandas sonoras de películas.

El masivo éxito de Babasonicos parece contrastar con letras que expresan angustia o reniegan de lo establecido. Quizás la clave de ese fenómeno haya que buscarla, además de las melodías, en la renovación permanente de su propuesta sin perder la esencia.