Considerado por muchos como el mejor boxeador de todos los tiempos, Muhammad Alí visitó la Argentina en 1971. Estuvo en el país sólo 42 horas y en ese lapso vino a Lanús a compartir un asado con los dirigentes sindicales José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel.
El encuentro se produjo el 5 de noviembre de 1971 en la avenida Hipólito Yrigoyen 5358, donde funcionaba la fábrica de virulana Kelinda, propiedad del empresario Lorenzo Spadone. Su hermano Carlos, también empresario pero del mundo del espectáculo, fue quien le hizo llegar la invitación a Alí.
Ese día, por la tarde, Alí hizo una exhibición boxística con el púgil marplatense Miguel Ángel Páez en el estadio de Atlanta, en el barrio porteño de Villa Crespo. Desde allí viajó a Lanús. Cruzó el Puente Alsina y atravesó Valentín Alsina y Villa de los Industriales hasta llegar al lugar de la cena.
Antes de comer recorrió la fábrica en compañía de los hermanos Spadone. En un estante vio una estampita del santo San Benito de Palermo y asombró de que el catolicismo tuviera un santo negro. Pidió que le regalaran esa estampita y se la llevó en el bolsillo de su saco.
Los invitados al asado, unas cien personas, en su mayoría dirigentes de la CGT y de la Unión Obrera Metalúrgica, nunca olvidarán esa noche. Entre las divertidas anécdotas recuerdan que hizo pulseadas con Rucci y Lorenzo Miguel, que obviamente ganó.
En su breve visita a la Argentina también participó en el programa de Canal 9 Los 12 del Signo, conducido por el astrólogo Horangel, compró cuadros en una galería de arte y visitó un templo islámico.
Muhammad Alí, al nacer fue inscripto como Cassius Clay, pero de adulto al convertirse al islamismo adoptó su nuevo nombre. "Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Alí, un hombre libre", explicó.
Por sus posiciones políticas, Alí fue emblema en la lucha por la paz y los derechos civiles y en contra del racismo.
“Es necesario querer a todos los niños del mundo porque todos, negros o blancos, son hijos nuestros. Hay que salvar a las generaciones nuevas. Es necesario no perderlas. Debemos enseñarles que ellos podrán mezclar las razas para que las razas no existan más”, fue una de sus definiciones.
Alí ya era campeón mundial cuando en 1967 fue convocado a combatir en la guerra de Estados contra Vietnam. Alí se negó con este argumento: ¿”Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a mil millas de casa y arrojar bombas y disparar balas a gente de color oscura mientras a los negros de Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más básicos? No voy a ir a ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos”.
Por esa decisión, Estados Unidos logró que la Asociación Mundial de Boxeo le quitara su título de campeón mundial y le prohibiera seguir boxeando, cuando sólo tenía 25 años.
Cuando logró volver al boxeo enfrentó y derrotó al argentino Oscar “Ringo” Bonavena en 1970 y en 1972 recuperó la corona mundial.
Había nacido el 17 de enero de 1942 en Louisville, Kentucky. En 1984 le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson. Murió el 3 de junio de 2016 en Scottsdale, Arizona.