La referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y vecina de Lanús, Carmen Arias, pasó por la nave de streaming “Nuestras Voces” de Universo Lanús, en el marco de los festejos por el 80° aniversario de la autonomía del partido.
Allí brindó una interesante entrevista y habló del orgullo que significa ser una lanusense de pura cepa. Su caso es el de tantos otros vecinos y vecinas que llegaron desde el extranjero y que eligieron a Lanús como su lugar para formar una nueva vida: “Yo soy una lanusense más. Desde hace 60 años vivo en Lanús, sobre la calle Luis Vernet, en Remedios de Escalada. Hoy por suerte estoy bien, pero me van a hacer emocionar”.
Recordando lo que fue su infancia en la ciudad, a donde llegó a sus 9 años tras abandonar España, su país de origen y que por ese entonces no se encontraba en una buena situación luego de la guerra, su papá fue la primera persona que llegó a la ciudad. Una vez establecida, Carmen, junto a su mamá y sus tres hermanos, se instalaron definitivamente en Escalada.
Y en Lanús justamente nació su hermano Ángel, el menor, y que se encuentra desaparecido desde 1977, producto de la última dictadura cívico militar. Para Carmen ese fue un golpe muy duro y que cambió para siempre a la familia; desde ese momento empezaron a interiorizarse sobre la situación política del país, algo que ya había comenzado su hermano militando en diferentes espacios de la localidad.
“Él hablaba mucho conmigo, yo sabía mucho más de la militancia. Cuando fue el copamiento a Monte Chingolo en el 75, yo sabía que él participaba ahí, ese día fue terrorífico, hasta que llamó al otro día. Ángel hablaba por teléfono todos los días conmigo en la peluquería donde yo trabajaba. Una vez el dueño, y esto lo cuento con mucha emoción, cerró más temprano porque su mujer se había descompuesto, me dio la llave, me dijo ‘cuando hables con tu hermano, me la traes’ y me la dejó. Sabía que estaba en la clandestinidad y yo nunca lo oculté”, recordó Arias.
Ángel, al igual que otros vecinos y vecinas de la ciudad, fueron desaparecidos en la última dictadura cívico militar y ese fue el motivo principal de Carmen para comenzar su lucha junto a las Madres de Plaza de Mayo: “Después de lo de Ángel sí empezamos a meternos en política, en mayo del 77, fue duro porque ni bien llegaron los militares a mi mamá le allanaron la casa dos veces, y a los padres de la compañera de Ángel, que militaban juntos. Los buscaban a ellos por su puesto. Esa noche ellos no estaban y se pasaron a la clandestinidad. Ellos vivían en Lanús Este. Él era estudiante de medicina, muy bueno”.
