Nació en Lanús el 18 de noviembre de 1947. Empezó a jugar al fútbol en el club Ideal ubicado en Manuel Castro 3075, muy cerca de su casa, en el barrio de Pompeo.
Su padre, que había sido jugador de primera división en Boca Alumni, murió cuando Rubén tenía solo 12 años. Fue entonces que, para ayudar a su mamá que era costurera, empezó a trabajar en la fábrica de armas Centauro, en 25 de Mayo entre Carlos Casares y Urquiza de Lanús Oeste. Casi al mismo tiempo ingresó en las divisiones inferiores de Boca Juniors.
Un día el coordinador de las inferiores de Boca, el gran Adolfo Pedernera, le anunció que iba a ser promovido a la reserva y que debía ir todos los días al campo de entrenamiento que Boca tenía en San Justo. Para Omar era imposible. Salía de la fábrica a las tres de la tarde y tenía que tomar tres colectivos para llegar. Pedernera le dijo que renunciara a la fábrica porque Boca le iba a pagar lo mismo que cobraba allí. Todos los meses, Pedernera le daba un sobre con el dinero. Mucho tiempo después se dio cuenta de que le estaba pagando de su propio bolsillo.
Debutó en la primera de Boca el viernes 15 de diciembre de 1967 jugando al lado de Rojitas, Marzolini y su futuro cuñado Rubén Suñé. Esa noche, Boca perdió 2 a 0 con Rosario Central de visitante.
Luego de un año en Argentinos Juniors volvió a Boca en 1970, donde se consagró campeón por primera vez. Fue a jugar a México y Guatemala para, al regresar, ponerse la camiseta de Huracán y salir campeón en 1973, en el que muchos consideran el mejor equipo de la historia del fútbol argentino.
Su próximo destino fue Independiente, donde ganó dos campeonatos y también fue ídolo. Esa fue su etapa más gloriosa porque César Menotti, que lo había dirigido en Huracán, lo convocó para integrar el seleccionado que se consagró campeón en el Mundial de 1978. En la final contra Holanda entró por Ardiles y jugó los últimos 55 minutos.
Varias veces, al regresar del predio de la Selección en Ezeiza a su casa en Pompeo, traía en su auto a Diego Maradona porque Villa Fiorito le quedaba de paso.
Ya con la medalla de Campeón Mundial siguió jugando en Independiente hasta 1980 para, luego de un breve paso por Vélez Sarsfield, retirarse en San Lorenzo de Almagro en 1981.