Puente Ezequiel Demonty

En la memoria popular su nombre quedó registrado como Puente Alsina, aunque a lo largo de su historia tuvo distintas denominaciones. Desde 2015 se llama Puente Ezequiel Demonty, en homenaje a un joven ahogado en el Riachuelo en 2002, víctima de la violencia institucional de un grupo de policías en la Ciudad de Buenos Aires.

Desde los tiempos de la Colonia fue uno de los lugares más accesibles para cruzar el Riachuelo. Por entonces se le llamaba Paso de Burgos, por el apellido del hombre que en su bote cruzaba a quienes lo necesitaban de una orilla a la otra.

Del Paso de Burgos salía (también desde tiempos de la Colonia) el único camino que llevaba a Monte Chingolo, formado por las actuales avenidas Remedios de Escalada de San Martín, Pedrera, Quindimil y Eva Perón. Ese camino lo tomaron, por ejemplo, las tropas del Brigadier Levinson Gower, el 1º de julio de 1807, durante las segundas invasiones inglesas, para cruzar el Paso de Burgos con destino a la ciudad de Buenos Aires.

Pasaron muchos años hasta que se construyó allí el primer puente. Lo hizo Enrique Ochoa y Zauzola, un español dueño de un saladero y uno de los fundadores de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Corría 1855, el puente era de madera y Ochoa cobraba peaje para cruzarlo.

En 1856, una inundación lo derribó. Ochoa hizo otro puente, pero el agua se lo llevó nuevamente en 1858. Con ayuda del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Valentín Alsina, lo volvió a  construir en 1859, esta vez con maderas más resistentes. Al nuevo puente le puso el nombre del gobernador y el propio Valentín Alsina estuvo presente en su inauguración.

El Puente Alsina también fue escenario de una de las batallas más cruentas en la guerra entre la provincia de Buenos Aires, que se resistía a que le quiten la Ciudad de Buenos Aires, y el Gobierno nacional. El 21 de junio de 1880, el combate entre las fuerzas del presidente Nicolás Avellaneda y las del gobernador Carlos Tejedor, dejó un saldo de aproximadamente 500 muertos. Finalmente Buenos Aires pasó a ser la capital federal y el gobierno nacional se adueñó de ese territorio.

En 1910, el Puente Alsina dejó de ser de madera y se lo sustituyó por uno de hierro, hasta que en 1932 comenzaron las obras para construir el actual puente. Fue inaugurado el 26 de noviembre de 1938 por el entonces presidente Roberto Ortiz y el gobernador bonaerense Manuel Fresco. Se le impuso el nombre de José Félix Uriburu, por el dictador que provocó el primer golpe de estado en la Argentina al derrocar en 1930 al presidente constitucional, el radical Hipólito Yrigoyen. Años después recuperó el nombre de Puente Alsina.

El puente fue construido con un estilo neocolonial, de color ocre combinado con blanco y revestido por mayólicas de colores azul y blanco.

A sus pies fue creciendo desde fines del siglo XIX la localidad de Valentín Alsina. Asi, el Puente Alsina se convirtió en un ícono no solo del barrio sino de todo el partido de Lanús y fue inspiración para letristas, músicos, pintores y cineastas a través del tiempo.