Hacia fines del siglo XIX, el Ferrocarril del Sud necesitaba nuevos talleres. Los que tenía en estación Solá, en la Capital Federal, ya no alcanzaban debido a la expansión de la red ferroviaria y el consiguiente aumento de locomotoras y vagones.
El gerente de la empresa encontró los terrenos apropiados entre las estaciones de Lanús y Banfield, en el kilómetro 11 de las vías que partían de Constitución. Fue así que en 1897 la empresa compró a los dueños de esas tierras 1.286.812 metros cuadrados, ubicados a ambos lados de las vías.
El 5 de julio de 1899 se colocó la piedra fundamental del edificio. El proyecto consistía en construir, además de los talleres para el material rodante, una fundición, un aserradero, un taller de pintura, una herrería y galpones para depósitos.
Para que los trabajadores tuvieran un acceso más fácil construyeron un apeadero de 90 metros de largo por 10 metros de ancho, con una zona techada de 40 metros de largo. Al principio fue para uso exclusivo del personal
Los talleres y el apeadero se inauguraron el 26 de octubre de 1901. Pero el 16 de agosto de 1902 se habilitó la estación para el público en general y se la denominó Los Talleres, que es la actual estación Remedios de Escalada.
Pocos años después, en 1908, se construyeron viviendas para el personal en el lado este de los talleres. Esto incluía casas para los jefes de las distintas secciones y una colonia para los trabajadores distribuida en 10 casas de primera clase, 10 casas de segunda clase y 32 casas de tercera clase, lo que dio origen al barrio que hoy conocemos como Las Colonias.
De las viviendas especiales para el personal jerárquico una de ellas, el gran chalet que habitaba el ingeniero Saccaggio, jefe del departamento de mecánica, durante el primer gobierno peronista se transformó en un centro médico de consultorios externos para el personal ferroviario y sus familias, ubicado en Hipólito Yrigoyen entre Corcuera y José Ingenieros.
En 1909 se inauguró el puente que unía los talleres de Remedios de Escalada Este y Oeste.
A lo largo de los años hubo muchos conflictos laborales. Uno fue especialmente cruento. El 10 de octubre de 1917 los empleados de los talleres declararon una huelga que fue reprimida con armas de fuego, matando a 20 trabajadores.